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enero 17, 2012

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hemos estrenado esta semana un nuevo blog sobre crítica musical, así que si les apetece, entren sin miedo.

http://studiosuicide.wordpress.com

Chupando rueda.

enero 4, 2012

Todavía se puede escuchar el eco de los aplausos de aquellos que una vez se consideraron indie pero que escupieron en su propia etiqueta al verla extendida por toda la faz de la tierra y se dejaron de sentir agraciados. Los aplausos de todos aquellos que consideraron en propiedad al Festival de Benicàssim y giraban a su son cuando anunciaron a Julieta Venegas, viendo en su festival al hijo pródigo que podría acercarlos a Glastonbury. Porque lo indie pertenecía a un tiempo pasado y lo que ellos deseaban y querían, con sus vítores a la cantante mexicana, era el concepto más amplio de la música que ofrecian festivales mucho más comerciales como el Coachella. Mezclar estilos, abandonar el sectarismo indie y que artistas como Shakira pudieran subir al mismo escenario que Pavement. Lejos de reivindicar nada, lo que esta gente quería era el propio Glastonbury o el propio Coachella, para no tener que volver a sentir nunca más el fantasma del tercer mundo cultural sobre sus espaldas. Lo que los organizadores del FIB buscaban era mucho más sencillo. Dinero, como todos.

Un año más tarde, el Primavera Sound anuncia un buen puñado de grupos de música extrema (al menos más extrema de a lo que nos tenían acostumbrados en los últimos años) y estos cruzados de la multiculturalidad musical y la apertura de mente se llevan las manos a la cabeza y la sangre indie les vuelve a las venas por milagro del niño Jesús. Ebay se llena de abonos del PS a la venta por parte de gente que no entiende como pueden tocar grupos como Napalm Death en un festival donde han tocado Pet Shop Boys.

No sé si la ira nubla sus mentes por el simple hecho de no conocer a todos esos grupos jevis y sentirse fuera de onda o por sentir que «les han robado» su festival. Un festival del que despotricaron hasta hace muy poco, todo hay que decirlo. De todos modos, podría ser diplomático y decir que aquí hay para todos, que esas 7 u 8 confirmaciones no van a hacer que Bjork, Pulp, Pet Shop Boys, Death Cab For Cutie o Afghan Whigs dejen de tocar en el Primavera Sound. Pero creo que estos talibanes disfrazados de mesías musicales no se lo merecen y si no les gustan los Melvins y ni tan siquiera han mostrado curiosidad por ellos pues por mi parte se pueden ir a tomar por el culo.

Riffology.

diciembre 15, 2011

Lo que vais a leer a continuación es el artículo escrito por Michi Flux para promocionar los conciertos de reunión de Hot Snakes en España en diciembre de 2011. Quería escribir algo sobre lo que significan John Reis y Rick Froberg para la música, pero ya lo hizo Michito antes.

Hazme caso: Hot Snakes + No More Lies. Fusilado de Vice.com

John Reis excreta relámpagos El riff es suyo. Lo inventó él, junto con el acero inoxidable y la penicilina. Saca algo y automáticamente vacila más que tu grupo favorito y -sobre todo- que tu grupo. Cuenta todos los discos que ha sacado en su carrera. Si los cuentas todos estás desfaenao. Jehu  le daban demasiado que pensar. Normal, tantos cambios, tantas partes…  Así que optó por seguir molando lo mismo pero con menos esfuerzo montando Rocket from the Crypt, tan sobrado que le mete  una sección de viento. Lo que normalmente le calificaría como un paleto ska, él lo eleva a un festival de turbulencias soul, estribillos tan elegantes como hooligan, subidones guitarreros que nunca terminan, un directo insuperable. Son la carpa dance infinita del rock n’ roll. Los embajadores del cool en la tierra, artesanos en una tradición de entertainers que tienen entre sus filas a Screamin’ Jay Hawkins y Bo Diddley. Son el mejor grupo que ha habido en mi generación. Para mí eso es así. Y si no lo veo es que no existe. Si lo veo es que es verdad.

Se separan y decide hacer el punkrocker/powerpopper con Sultans. También le sale perfecto. Temazos para ir en bici creyéndote Peter Fonda en Cheesy Rider. Y estamos omitiendo proyectos menores tan interesantes como Back Off Cupids en solitario. Hay que decir que a mí coleccionar discos me parece una horterada de cuidado. Bájate al bar chaval. Vete de viaje, invita a un colega en paro, vete a tirar piedras a un descampado, pero deja de frotarte con vinilos. El mundo está fuera. No se puede coleccionar compulsivamente rock n’ roll y compaginarlo con RULAR rock n’ roll. Vale pues, dicho esto, yo colecciono todo lo de John Reis. A una novia hasta le regalé un pintalabios por lo de Lipstick. Lo compré en eBay y me timaron. Era un pintalabios con una pegatina de RFTC y ella me dijo que era una porquería. Pero era de Rocket from the Crypt (hay que ser pringao).

Tanto curriculum, afición y torerío no nos preparaba para el LP que esperábamos ansiosos en 1999. El primer disco de su nuevo grupo con Rick Froberg, La Voz, el cantante carismático en la sombra desde la separación de Drive Like Jehu. Hago el pre-order a Mordam. Lo recibo en casa y me la revienta. El primer tema de ese disco es, directamente, uno de los clásicos indiscutibles del punkrock del siglo XXI. Tiene la turbulencia, la tensión, la presión de los mejores Wipers, pero con el acabado perfecto de un destornillador de los caros. Resiste la torsión, la fricción y las temperaturas hostiles. Escucharlo en un bar a tope de volumen es notar hervir la sangre. Es el gran pogo. Y lo que más rabia da es que suena a hecho sin esfuerzo. Es lo que tiene llevar a Suicide, The Cramps y Die Kreuzen en la sangre y no en una camiseta. Uno no piensa cuando suda, sencillamente suda. Hot Snakes son el sudor. Una manifestación no premeditada. Proteínas corriendo por las venas.

El segundo disco ya parece más pensado, más elaborado. Con temas como Unlisted Esto sí es angular. Un balón con efecto que (cuando entra el estribillo, romántico, melancólico pero con valor) es el golazo decisivo ¡Qué voz Froberg! Ha interiorizado sus movimientos como Chuck Norris las patadas laterales. It’s a natural feeling. Y ¿qué me dices del tercero con Mario Rubalcaba de batería? Con dieciséis años tenía en la pared de mi habitación una foto suya saltándose 4 plano 4 escaleras de flip. Calcula. Clikatat Ikatowi: CALCULA. Menudo Keith Moon del hardcore. Otro disco sobresaliente  en una carrera de alpinismo ochomilista. El brillo dorado se refleja en la cara del pirata cuando abre el cofre del tesoro. Este brillo es plateado como el orgullo de tenerlo claro. Treintañero y punkrocker. Sin paños calientes. A tope siempre. Gracias Speedo. Per molts anys. Nos van a tirar e techo. Si No More Lies  dejan algo en pie, claro. Os tenemos ganas chavales. Os vamos a meter. No se puede ir por ahí vacilando tanto.

http://www.vice.com/es/read/haz-me-caso-no-more-lies-hot-snakes

5 discos volátiles que deberías escuchar.

diciembre 12, 2011

       

Como ya dije un par de posts atrás, la música no está en su mejor momento y mirar atrás, o a los lados, nunca va mal. Ninguno de estos cinco discos sonará tan bien como el último de los Black Keys ni los pondrán en el Ochoymedio ni probablemente tus amigos hablarán de ellos, pero eso no quita que sean unos discos estupendos.

Poem Rocket – Psychogeography (2000)

A pesar de lo impertinente de cualquier etiqueta que contenga el sufijo o prefijo «art», a este trio con base en New York se le perdona todo. Según mi oido, sus influencias se abren en tres frentes claramente diferenciados. Por una parte, tenemos a la omnipresente Velvet Underground, como no podía ser de otra manera. Por otra, a los grupos y bandas de los noventa que marcaron a todo ser viviente que sabía lo que era una guitarra. Veáse Pixies, Sonic Youth o incluso Blonde Redhead, si quisieramos comparar las voces. El último componente es este acercamiento al drone y al doom que está tomando la música en general, con explosiones en estos últimos años del Doomgaze y de bandas como True Widow. Es cierto que este disco es del año 2000, mucho antes de que esta especie de catarsis musical tuviera lugar, pero si has escuchado a ambas bandas, la única cosa que puedes hacer es compararlas. El ambient también se huele en la mayoría de las canciones, un ambient que les llega de parte de Brian Eno y que mezclan perfectamente con influencias más rockeras como las citadas anteriormente. A mi me parece un discazo y supongo que si Poem Rocket jamás llegaron a calar en el público fue porque la propia banda nunca se tomó demasiado en serio a si misma. Tres discos en veiente años tampoco dicen lo contrario.

http://www.mediafire.com/?4e48usw2s53q674

The Heads – Relaxing with the heads (1995)

The Heads nacieron en alguna alcantarilla, de los residuos sónicos de los primeros Spacemen 3, la distorsión rompeorejas de Mudhoney y las drogas más baratas que puedas encontrar un jueves por la noche. Todo esto mezclado con remalazos protojevis y adoración absoluta por Black Sabbath o Deep Purple. The Heads hacen una música tan física que casi podrías cortarla con un cuchillo y untarla en el pan. Este disco me parece una maldita obra maestra. sucia y pringosa, que no está en el lugar que se merece.

http://www.mediafire.com/?ld914vy64c64h85

Submarine – Submarine (1994)

Este disco, producido por el tio de los Flaming Lips, es una buena muestra de indie rock en sus primeros momentos y una locura sonora que deberiamos sacar con pinzas del saco de la música de los 90. Suena a 90s que tira para atrás, es cierto, sobretodo a aquella ornada de bandas del noroeste americano del que todo el mundo se hartó, pero Submarine tienen algo propio. Personalmente, me recuerdan a Unwound pasados de ácido y eso es cosa buena. Es cierto que nunca llegaron a ser nada, aunque giraron con bandas como Radiohead o Tool. Después de su disco homónimo, la compañia discográfica rechazó la grabación del que iba a ser su segundo lp, lo que propició la separación de la banda.

http://www.mediafire.com/?1kxu2x1a1ac3828


People – Ceremony / Buddha meets rock (1971)

Este es, sobretodo, un disco muy extraño. Son perfectamente reconocibles las influencias de la psicodelia, asi como no tanto la improvisación o la grabación de campo, por díficil que parezca. La música tradicional japonesa también tiene un peso que es imposible evitar y People juegan con ella mezclándola con órganos, sitares, percusiones y juegos de voces. Este disco es de 1971 y como tal, no se puede escapar de ese espiritualismo del que Japón hace acopio en toda su cultura. Y estamos hablando de música en la decada de los 70, cuando todo el país se estaba abriendo culturamente hacía occidente, mientras intentaba mantener su propia personalidad. A pesar de todo esto, nunca es demasiado espiritual o etéreo como para provocar rechazo al público general y es por eso que este es un disco imprescindible, a mi modo de ver, para entender todo lo que pasó después con los Tokyo Flashbacks y compañia.

http://www.mediafire.com/?33yycymmyyn

Psychedelic Horseshit – Laced (2011)

No corren tiempos demasiado buenos para la psicodelia. Ni ella está a salvo de la avalancha de música de mierda bajo la que estamos siendo sepultados. Podemos escuchar buenos discos, como los de Gary War sin ir más lejos, y encontrarnos un directo que se queda corto, que no colma las expectativas la mayoria de veces o incluso que nos parece una autentica estafa. Maria Minerva nunca me gustó demasiado, pero me hacía gracia y me apeteció ir a verla al Nasti. Lo que pasó es justamente lo que trato de decir. La gente no sabe, no tiene ni idea, se excusa y usa etiquetas como lo-fi, psych o drone para grabar discos irreales que no se aguantan por ningún sitio y que más tarde se darán de cabeza contra el muro del directo, muriendo a la primera embestida. No digo  que Psychedelic Horseshit sea así, pero tampoco digo que no. Pero reconozco que no tengo demasiado confianza en ellos, no tanto como la puedo tener en Moon Duo, Black Moth Super Rainbow o Black Dice. De todos modos, este disco está en esta lista porque me gusta, porque es bueno y porque creo que si tocaran esta noche en Madrid, probablemente iría a verlos.

http://www.mediafire.com/download.php?g9040bg79z699v9

Sal no, que me enamoro.

diciembre 1, 2011

El otro día, en una de nuestras profundas, espirituales y muy útiles conversaciones, me explicaba el difunto @DRRTYDSSC0 que una ingesta excesiva de sal puede provocar la muerte. Hay un punto, una cantidad de sal ingerida, del que no hay marcha atrás para nuestro cuerpo. Exactamente 30 gramos. ¿Es posible ingerir 30 gramos de sal sin que el resultado sean mareos acompañados de violentos vómitos incontrolables? Parece mentira, pero es imposible. Más allá de esos datos, en el antiguo Japón, hogar de los suicidios más nobles y locos que no permiten un ápice de vergüenza, las personas que habían perdido su honor, o cualquiera que quería morir, se suicidaban bebiendo un vaso de agua saturada en sal. La solubilidad de la sal en el agua es de unos 30 gramos por 100 mililitros, lo que concuerda exactamente con los datos anteriores. Una cucharada contiene entre 20 y 25 gramos, por lo que la sal, si conseguimos evitar el vómito, es un eficaz método para suicidarse sin dolor.

Pero no hace falta llegar a los 30 gramos para que la sal sea perjudicial para nuestro organismo. La Secretaría de Salud intentó eliminar los saleros de las mesas de los restaurantes y nos abalanzamos sobre ella como perros rabiosos. Es una cuestión cultural, esa absurda idea de que la sal da sabor. En España consumimos demasiada sal pero no somos, ni mucho menos, los primeros que vamos a morir por su culpa. En México, cada persona consume 10 gramos de sal diariios, frente a los 5 gramos permitidos por la OMS. La reducción del 40% de la sal en el país centroamericano salvaría la vida de 17 millones de personas al año. Un tercio de la población de la región de las Américas sufre de hipertensión lo que hace que aumente la obesidad y el riesgo de muerte, y eso es debido a que las dietas modernas promueven un consumo excesivo de sal, incluso en alimentos como el pan o los cereales.

Hablabamos y discutiamos y llegamos a la conclusión de que tendría que ser una cantidad ingete de sal, algo como medio kilo o quizás un poco menos. Pero 30 gramos, una cucharada sopera y media, es suficiente para irse al otro barrio. Los japoneses, que saben tanto de estas cosas, nos asesoran y nos aconsejan y los foros e incluso Yahoo Answers se están llenando de gente muy amable que transmiten ese saber ancestral a adolescentes perdidos.

Mis discos favoritos del 2011.

noviembre 30, 2011

Quizás sea arriesgado o quizás sea ridículo, pero si hay alguna cosa segura es que estos no son los diez mejores discos de 2011. Id a reclamarle a otro, esto es lo que a mi me gusta. Opino que no ha sido un buen año y que los vientos de la moda lo han condicionado todo. Me he negado a añadir a Wolves in the throne room porque si su disco es de lo mejor del metal de este año, me quito, me borro. La incoherencia es la reina de la fiesta.

De todos modos, tenemos un problema. Cualquier idiota se mete en un estudio y graba un disco. Y nosotros, el gran público, nos lo tragamos por una razón irrefutable: es gratis. Se podría pensar que, al existir una oferta musical 1200% superior a la de hace 25 años, la industria musical debería ser más exigente y regirse por una ley del más fuerte brutal y sin piedad, pero por desgracia no es así. Eso hace que los pocos discos hechos con talento y maestría que llegan a nuestros oidos capten nuestra atención durante poco más que un par de semanas, ya que hemos de abandonarlos en un rincón de nuestra memoria a causa de esta avalancha de música de mierda de la que somos víctimas. No me cansaré de decirlo: sed selectivos hasta niveles enfermizos y no tengáis piedad con la música.

1. Dead skeletons – Dead magick
2. M83 – Hurry up, we’re dreaming
3. Midnight – Satanic royalty
4. Luger – Concrete light
5. Tim Hecker – Ravedeath 1972
6. Com Truise – Cyanide sisters
7.  Sol invictus – Against the modern world
8. Austra – Feel it breaks
9. Moon duo – Mazes
10. Yuck – Yuck 

Menciones honoríficas sin ningún tipo de orden. Vamos, como lo de arriba:

Arbouretum – The gathering
The Black Keys – El camino
Drive – OST
Earth – Angels of darkness, demons of light
Frank Ocean – Nostalgia
Hateful abandon – Move
I break horses – Hearts
James Blake – James Blake
Of the wand and the moon – The lone descent
Oneohtrix point never – Replica
Prince Rama – Trust now
Sonny & the sunsets – Hit after hit
Umberto – Prophecy of the black widow

Y más que no recuerdo. Esto no es la Rock de Lux.

John Maus y la masa enfurecida.

noviembre 28, 2011

Como el niño al que le dan un caramelo en la puerta del colegio o la chica a la que invitan a un vodka con limón sazonado con Rohypnol, en eso os convertisteis al aceptar el hype de John Maus. Y eso que John en ningún momento pretendió hacer daño o engañar a nadie. Salió al escenario convencido de que si él mismo sabía que todo aquello era una broma, el público, que se suponía curtido en mil batallas similares desde hacía décadas, también lo iba a entender. John, nervioso, cauto y confiado en el saber hacer y entendimiento del público, estaba más preocupado porque su directo saliera como él pretendía que por la respuesta de la gente. Y ese fue su primer error. El público no solo no lo entendió, sino que se sintió engañado al ver algo que no comprendía, pero sentirte engañado por un concierto de pop es no haber entendido de que va el asunto ni por un momento. Ni de lejos. Es pedirle peras al olmo. John Maus, sabedor de su propio hype, quiso darle la vuelta y aprovecharse de él como la única manera que tenía de continuarlo de un modo coherente. No quiso aprovecharse de nadie, ni tampoco evitar repartir las ganancias de la gira. Su discurso estuvo clarísimo y el público no lo entendió porque era un público ignorante y pretencioso que es incapaz de pensar más que una fan adolescente de Justin Bieber. Un público español de los tiempos modernos.

Mommy, can I go out and kill tonight? Especial Halloween.

octubre 28, 2011

A los jóvenes, y relativamente jóvenes, siempre nos han gustado los muertos. Los zombis, la sangre, el desprecio por la vida o las fotos de Sharon Tate. Esa obsesión por lo macabro, herencia de un espiritu victoriano pasado de tuercas, alimentada por los medios y servida como plato diario es lo que ha hecho de Halloween una fiesta popular en el país más cutre de la Europa civilizada. Pero tengo que reconocer que me gusta, como me gustan los funeral dinners anglosajones y esa sensibilidad infinita de honrar a los muertos disfrutando como ellos nunca más podrán. Nuestro Todos los Santos no es muy diferente a Halloween, es simplemente otra manera de acordarse de los que ya no están. España somos un país de luto eterno, somos un país atascado en La casa de Bernarda Alba, por eso optamos por enterrar los sentimientos bajo capas y capas de negro y nos solidarizamos con los muertos actuando como tales. Mientras en América los disfraces, las luces y los dulces invaden las calles y las casas, en España invadimos los cementerios, inundándolos con flores. Saludamos al más allá y volvemos a casa, a comer ligero. Es la misma fiesta, pero nosotros tenemos un siglo de retraso emocional y liberador. Así que sangre y visceras, por favor. Frivolicémoslo todo hasta convertir nuestros miedos en algo banal propio de nuestros tiempos.

Burn, witch, burn! (AKA The night of the eagle) (1962)

Dirigida por Sidney Hayers, esta es una de mis películas de terror favoritas. Tiene un nombre ideal para estas fechas, que nos trae a la mente la caza de brujas, aquelarres, hogueras devoradoras y su inevitable maldición, pero su nombre alternativo tiene mucho más sentido después de verla. El argumento está muy lejos del pentáculo, la cabra y la sangre de virgen. Lejos de películas como El hotel de los muertos o Arrástrame al infierno, la bruja en cuestión es adorable, un tipo poco habitual en el cine de género. Es una bruja buena, una ama de casa que usa sus conjuros y sus hechizos para proteger místicamente a su casa y a su família. Descendiente directa de una antigua estirpe de hechiceras medievales, nuestra protagonista hace uso de infinitos recuros para proteger lo que es suyo como romero, tomillo, insectos muertos, plumas de cuervo y demás superchería tradicional esotérica, relacionando directamente a lo femenino con lo profano y prohibido. Una bruja real, como probablemente fueron muchas de las mujeres quemadas en la hoguera. Pero a pesar de sus artes blancas y de la bondad de la protagonista, el argumento nos deja claro desde el primer momento la presencia de las artes ocultas y del innombrable diablo en las practicas nocturnas y cotidianas de nuestra bruja.

El horror británico tuvo en películas como esta una clara alternativa al imperio dominante de Hammer y todo lo que le rodeaba, ya que evitaba a toda costa los elementos góticos tan de moda en el momento y se basaba en la luz del día, el llamado terror cotidiano y el uso de la magia para hacer el bien, luchando contra las fuerzas de la oscuridad, aspectos que luego tomaron otras películas, como La semilla del diablo. Es cierto que a medida que avanza el metraje, la influencia de Hammer se hace patente y aumentan los claroscuros tétricos, la estética gótica, la noche, la tensión y los mismos agentes del mal. A destacar el desenlace final, soberbiamente llevado, donde la poderosa e invisible amenaza va tomando forma hasta llevarnos a un clímax de infarto.

Burn, witch, burn! (1962)

Dead Skeletons – Dead Magick (2011)

Basándose en la máxima “Aquel que teme a la muerte no puede disfrutar la vida”, Dead Skeletons, y más concretamente Jon Samundur Audarson, han grabado una auténtica oda a la muerte terrenal y a la eternidad mística. El discurso conceptual de este grupo islandés es practicamente perfecto. Su música mezcla mis elementos favoritos en una misma canción: La psicodelia popular y los viajes espaciales de Spacemen 3, el espíritu gótico de cualquier cosa cercana a la muerte, la cafrería e hipnotismo de Suicide o el exotismo oriental intimamente ligado a la existencia en planos astrales alternativos y el alma eterna oriental usado por grupos como Brian Jonestown Massacre. Debemos darle cierto mérito a este último grupo, ya que Anton Newcombe de BJM es el padrino de estos escandinavos y,fue él el que editó su primero maxi en forma de 10” en su sello discográfico.

Los elementos que más se repiten en su aspecto gráfico, por decirlo de alguna manera, son ideales. La calavera. La omnipresente calavera o cráneo humano que aparece en todas sus portadas, en sus camisetas, en su logo, en su nombre, girando como loca en sus videos, emergiendo de un mar de lava, andando por las aguas o bailando entre los hombres, como una danza de la muerte de nuestros dias, llevándose con ella a cualquier persona que se ponga por delante.

Este disco tiene su pequeña historia. Se grabó hace casi dos años y recuerdo que cuando nos llegaron los primeros videos y no había manera humana de escuchar los singles en otro sitio que no fuera Youtube, andábamos como locos porque alguien dijera algo. Pero nada se sabía. No había fechas, no había página web, no habían conciertos ni datos ni nada que nos explicara qué demonios era aquello y de dónde había salido. Pero bien valió la espera, qué discazo.

Dead Skeletons

Ultramort.

Mi pueblo favorito es Ultramort, un pequeño pueblo de Girona, en la comarca del Baix Empordà, de 206 habitantes. Antiguamente llamado Ultramorte, la etímología del topónimo nos llega de Vulturiis mortuii, lo que le da más emoción al asunto. Como no podía ser de otra manera, el núcleo del pueblo se encuentra concentrado alrededor del castillo de turno, el castillo de Gleu, conocido como el castillo de las ventanas.

Cementerio civil de Ieper.

Ieper es un pueblecito belga, hogar del mítico festival Vortnvis, situado en la franja de Flandes Occidental y escenario de cuatro batallas en la Primera Guerra Mundial. También es tristemente célebre por ser allí donde los alemanes usaron gases venenosos como armamento químico por primera vez. Es por esa razón que este pequeño pueblo cuenta con cuatro bonitos cementerios. Tres de ellos, al más puro estilo americano, son enormes prades de verde hierba adornados con miles de cruces blancas donde descansan los muertos de dichas batallas, presididos por un gran arco de triunfo cerca de la plaza mayor donde en su interior están esculpidos en la piedra los nombres de los caidos. El cuarto cementerio es mi cementerio favorito. El cementerio cívil. Tuve la suerte, o llámenlo como quieran, de pasar 5 horas encerrado allí dentro con varios amigos y tengo que reconocer que el nombre de mi primer fanzine, allá por finales de los noventa, fue sacado del comercio funerario situado justo delante de su puerta principal.

No encontrarán ningún nicho en él y probablemente tampoco en ningún cementerio belga, sin contar los modernos camposantos de Brujas o Bruselas. A Bélgica, si algo le sobra, es espacio. Pero el de Ieper es especial, al menos para mí. Avenidas eternas de lápidas, cruces, panteones o criptas. Césped recién cortado. Altos muros. Me causó especial impresión la zona de los niños, sobretodo aquellas diez pequeñas tumbas, cada una con su foto en la lápida, formando un círculo perfecto, coronadas justo en medio por un gran obelisco acabado en cruz. Qué monumentos a la muerte. Qué sobria perfección. Y menudo hijo de puta el encargado que nos dejó encerrados allí dentro.

La Santa Compaña.

La Santa Compaña es un mito popular gallego, extendido también a ciertas zonas de Asturias, en el que una procesión de almas en pena o muertos vivientos, vestidos todos de riguroso blanco envueltos en sudarios y con velas encendidas en sus manos, que recorren con su andar errante y carente de vida el camino hacía la iglesia, visitando las casas donde pronto habrá una defunción. La procesión va presidida por un vivo y son muchas personas las que reconocen haberse encontrado con este desfile nocturno pasada la medianoche. Se dice que la persona vive que dirige La Santa Compaña no recuerda nada de lo acaecido la noche anterior. Es una especie de castigo y no se les permite descansar ni una sola noche, así que los síntomas más visibles son su extremada palidez, su enjuto rostro y su mal aspecto físico. Los espectros normalmente portan campanillas y se pueden escuchar sus rezos entre susurros. Pueden llevar a hombros un ataud, donde descansa el cuerpo astral de la persona que está viendo la aparición, aunque no todo el mundo tiene ese don. Solo algunas personas pueden ser testigos de La Santa Compaña, así como la mayoría de niños. De todos modos, no es un buen presagio verla, ya que siempre tendrá una relación con la muerte propia o la de alguna persona cercana. La aparición de la Procesión puede significar varias cosas. Una muerte cercana o la misma propia o el reproche por faltas cometidas. Si alguna de estas faltas fuera muy grave, la persona a la que se le aparece esta caravana de difuntos podría ser condenada a encabezarla hasta que encuentre a alguien para sustituirla. Según la tradición, para evitar ser visitados por estos indeseables, hay varios métodos a seguir. Mi favorito es el último:

. Apartarse del camino de la compaña, no mirarles y hacer como que no se les ve.

. Hacer un círculo con la estrella de Salomón o una cruz dentro y entrar en él.

. Comer algo.

. Rezar y no escuchar la voz ni el sonido de la compaña.

. Tirarse boca abajo y esperar sin moverse, aunque la compaña le pase por encima.

. Jamás tomar una vela que nos tienda algún difunto de la procesión, pues este gesto condena a . formar parte de ella.

. En último caso, echar a correr muy rápido.

Hugo Gernsback, el iluminado.

septiembre 5, 2011

Hugo Gernsback, editor de la mítica revista Science and Invention y pionero de la Scifi más loca, inventó este cacharro adorable y nihilista. «El Aislador» está diseñado para ayudar a enfocar la mente a leer o escribir, no sólo por la eliminación de todo el ruido exterior, sino también al permitir que una sola línea de texto sea vista a la vez a través de una hendidura horizontal.

Gernsback también fue el padre de dos instrumentos músicales dignos de ser tocados por los nietos de Einsturzende Neubauten. El Staccatone, padre de los sintetizadores modernos, era un instrumento musical electrónico polifónico creado en 1923 que se basaba en las válvulas de vacío, el elemento que catapultó el desarrollo de la electrónica moderna dando lugar a la explosión de la televisión, la radio, el radar o las redes telefónicas, combinadas con osciladores que dejaban salir por su altavoz algo parecido a lo que actualmente conocemos como Fuzz.

El Pianorad, otro instrumento electrónico, estaba basado en su hermano pequeño Staccatone, pero añadía a las válvulas unos 25 osciladores más, contando cada uno de ellos con un altavoz independiente que permitía al instrumento llegar a octavas.

Según las propias palabras de Gernsback, «the musical notes produced by the vacuum tubes in this manner have practically no overtones. For this reason the music produced on the Pianorad is of an exquisite pureness of tone not realised in any other musical instrument. The quality is better than that of a flute and much purer. the sound however does not resemble that of any known musical instrument. The notes are quite sharp and distinct, and the Pianorad can be readily distinguished by its music from any other musical instrument in existence».

Estas imágenes del Isolator son del número de julio de Science and Invention de 1925 y en este link pueden ver las portadas de dicha revista de los números de 1920 a 1925.



Mark Fry – Dreaming with Alice (1972)

May 31, 2011

A principios de la década de los 70, la juventud vivía sumergida en sueños, malos viajes y colores inexistentes. De aquí para allí, adolescentes de toda Europa y América, dejaban sus casas con un hatillo, una guitarra y un futuro en la cuneta. Un lo que surja existencial parecido al que vivimos actualmente, aunque sin títulos universitarios. Mark Fry fue un querubín inglés que, en 1972, grabó un disco como un templo y desapareció del mapa, perdido por la Europa más tercermundista y la América más anónima. Para ser sinceros, el pobre hombre no desapareció porque nunca llegó a aparecer.

Corría 1970 y el pecoso Mark había dejado los estudios para ir a estudiar pintura a Roma. Probablemente no tuviera una beca. Probablemente sus padres no se enteraron. Probablemente no les hubiera importado lo más mínimo. El asunto es que nuestro antihéroe se presentó en el país transalpino con su pelo largo, su guitarra y su bolsillos vacios y, tras hacer algunos amiguetes, se metió en un estudio para grabar Dreaming with Alice. Así, por las bravas. Sin avisar. Una vez editado el disco por parte de RCA, ni más ni menos, el tío volvió a Inglaterra, donde intentó continuar con su onírica e inexistente carrera musical, dándose de cabeza contra un muro. Así que, ni corto ni perezoso, decidió dedicarse a la pintura. Obviamente, tampoco destacó lo más mínimo en esta disciplina artística.

Años más tarde, cuando el pobre Mark ya se había mentalizado y había hecho las paces con su propia persona totalmente negada para las artes (aunque seguía dedicando su vida a la pintura), venimos nosotros, los nuevos hippies musicales, y lo lanzamos de una patada por sorpresa al Olimpo del folk con Drake y compañía. Fry aprovechó la coyuntura para sacar su segundo disco en 40 años, Shooting the moon, que resultó ser una mierda de proporciones épicas, como era de esperar.

Pero pese a todo, Dreaming with Alice sigue ahí, como una joya perdida de la psicodelia menos convencional y el acid folk británico, precursor de la oscuridad en la luz. Una puta obra maestra fruto de la casualidad, con un profundo sentimiento rural gracias al eterno sitar (y a la droga mala, la de la Italia de los 70) y a interminables espirales surrealistas inspiradas en las aventuras de Alicia, el ácido y la expansión mental. Una parte esencial de la grandeza de este disco la recoge la influencia y utilización de instrumentos propiamente europeos como las flautas, la mandolina o el sitar, que dotaron de una dimensión superior a la psicodelia europea ante la americana. Un ejemplo, al que yo clasificaría como obligatorio, de receptor de todas estas influencias en la actualidad sería Hala Strana, sin ir más lejos. Es cierto que este disco no poseé la carisma de otras estrellas del folk de la época como Drake, Jansch o Stevens, pero el nivel de oniria y de tronismo en esta grabación es directamente Muy elevado/Tocando el cielo, y eso es justamente lo que buscamos sin descanso la mayoría de gente como yo.